El ataque contra los estudiantes de la Universidad de Garissa ha estremecido Kenia, donde los medios destacan que ha sido la peor atrocidad terrorista cometida en el país desde el atentado de 1998 contra la embajada de EE.UU. en Nairobi.
Insisto. Sé que Kenia queda lejos, y Garissa no es París. Pero un ataque yihadista así, con 147 universitarios muertos, es un ataque a todos
— Xavier Aldekoa (@xavieraldekoa) abril 2, 2015
Sin embargo, según el diario 'El País', la cobertura por parte de los medios europeos de la tragedia en la universidad keniana fue menor que la del siniestro del avión alemán. Proximidad y vías de comunicación con el hecho determinan el eco de la noticia. Por eso 150 muertos en Kenia movilizan menos que 13 en París
— M. A. Bastenier (@MABastenier) 4 апреля 2015La preferencia por dar cobertura a unas víctimas frente a otras se rige por la 'jerarquía de la muerte' descrita en 'The Guardian'. Este sistema consiste en dos índices: el de la proximidad y el de la calidad de la información.
48 horas después ya nadie habla de los 150 estudiantes asesinados en Kenia. -Lo importante es la segunda caja negra! pic.twitter.com/RsqNjU229e
— Morenatti (@MiguelMorenatti) abril 4, 2015
El factor de la proximidad supone que nos interesa más lo que ocurre en nuestro país y en países cercanos. El segundo índice hace referencia a la presencia o ausencia de medios y recursos necesarios para trasmitir información."La información se rige por redes de poder. Por eso 150 muertos en Kenia importan menos en Europa que 13 en París. La moral le es ajena", explicó el periodista Miguel Ángel Bastenier a través de su cuenta en Twitter.
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