Una ONG alemana salva el bosque de Costa Rica… con sexo

FFF, cuyas siglas significan ‘Fuck For Forest’ (Sexo por el bosque), se dedica a proteger la naturaleza en varios países del mundo, a punta de sexo. Pero no cualquier sexo: es sexo entre árboles, plantas, animalitos y ríos.

Uno de estos países donde la organización destina sus recursos es Costa Rica, que se convirtió en la punta de lanza de FFF, hace poco más de 10 años.

Este peculiar grupo habría comprado 60 hectáreas de bosque secundario en el Pacífico, cerca del Parque Nacional Carara, se indica en su página en Internet.

FFF nombró ese pedazo de tierra como Wild Climax Refugee, que en buen español se traduciría como Refugio de Climax Salvaje.

“Cerca de un 10% de esta tierra fue destruida por finqueros y necesita ser restaurada. El resto es tierra intacta, que no ha sido tocada por la mano del hombre”, apunta la organización en su página en Internet.

Modus operandi

FFF está dirigida por Leona y Tommy, dos escandinavos que viven en Berlín y que se hacen llamar “sexy activistas”, porque combaten los problemas ambientales con orgasmos en la naturaleza.

En una entrevista que ofreció al periódico español ABC, la pareja explicó -desde su apartamento ‘ecológicamente’ decorado con plantas, velas, puros de marihuana y hasta basura regada en la casa- que la organización se financia gracias a más de 1.300 afiliados.

Cada uno de ellos aporta 12 euros al mes para ver fotos y vídeos de sexo amateur. El funcionamiento es sencillo, detalla el rotativo: la persona que hace su aporte con su tarjeta de crédito tiene acceso a un amplio menú de contenido pornográfico.

¿Quiénes tienen sexo? Precisamente, las escenas son realizadas por miembros y colaboradores de esta ONG alemana, con la particularidad de que son escenas en ambientes agrestes, rústicos, boscosos.

“La gente en Occidente ha perdido su conexión con la naturaleza y con su propio cuerpo”, explica Tommy al diario, que acota que gracias a las contribuciones recibidas FFF financia ocho proyectos ubicados en Ecuador, Perú, Brasil y Costa Rica, entre otros lugares.

ABC agrega que varias instituciones públicas y ONG se oponen a esta particular forma de recaudar fondos: ¿es activismo o hay venta sexual? FFF se defiende y asegura que todo lo hacen ellos, y que se trata de adultos.

En nuestro país, Arbofilia -organización que se dedica a restaurar ecosistemas que son hábitat para la fauna salvaje y soportan actividades humanas- reconoció que tuvo acercamientos con FFF en la década pasada, pero que no hubo mayor contacto. Solo se limitó a darle algunos consejos, indicó Miguel Soto, miembro de esta ONG costarricense.